Lunes, Señor Hoy te pido…

Señor hoy te pido que el desempleado consiga empleo, que el enfermo sane y que la persona que está leyendo este mensaje reciba tu Bendición. Amén

Padre de todos, dueño del alba y del ocaso:

Amanece una vez más, y de manera instintiva mi corazón se vuelca de emoción, alegría y agradecimiento por seguir presenciando aún esta hermosa sensación de vivir un día más. Otras personas ya se encuentran en el descanso eterno, pero tú te fijaste en mí y me hiciste notar que lo mío aún no termina, que debo seguir recibiendo cada día con la mayor de las gratitudes para seguir trabajando por tu obra.

Amanece de nuevo mi Señor, e independientemente de cómo se me muestre el cielo, con o sin nubes, con el sol visible o tal vez oculto, sé que tengo mucho por lo que estar agradecido. Esa sensación de vida que puedo sentir por mis poros no puedo dejar de ignorarla, es mediante todos mis sentidos intactos que puedo sentir lo bella que es tu creación, y sobre todo lo bella que es sentirla mediante estos informantes que nos has dotado a cada uno de tus seres, mi Señor.

Mi oración no puede dejar de seguirme, en mis noches o en mis madrugadas, en mi apretado corazón, en mi alborotada mente y en todo mi espíritu, ya que los pesares del día anterior o los gozos anteriormente logrados no pueden desviarme del objetivo principal: tener el corazón agradecido por despertar vivo y así poder seguir descubriendo las cosas bellas que tienes reservadas para mí.

Sean para ti todas mis noches de desvelos, de oraciones inquietas y diálogos silenciosos, para que todo cuanto haga sea para honra tuya, para tu honor y tu alegría, y así pueda ver que te sientes a gusto conmigo cuando desde arriba me derramas tus bendiciones a modo de ayuda por todo lo hecho.

¡Gracias Dios por este nuevo día! Todo sea para gracia tuya y alegría mía…

Amén

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